Imagen de archivo del Rey D. JuanCarlos I, cazando elefantes |
Es con seguridad la mayor relevancia que tiene un monarca cazador, que uno de andar por casa, y evidentemente la transcendencia política que ha tenido la cual no me interesa ni lo mas mínimo, precisamente por tratarse de política, por lo que la muerte de un elefante (o a saber de cuantos) en Botsuana a manos del Rey Juan Carlos I de España, ha tenido tanta difusión mediática y ha creado tanta polémica.
Que se ha equivocado yéndose en un momento político-económico como el que vive el país, es evidente.
Pero como ya sabéis los lectores y asiduos de este lugar de internet, lo que rechazo de plano es la caza. Apenas hace unos días publicaba el artículo "NO A LA CAZA" y tan solo unas fechas después salta a la luz pública esta noticia. El elefante africano en concreto, es una especie ya en peligro, como tantas otras, debido precisamente a la caza y cómo no a la deforestación, a la pérdida de su hábitat y por tanto está protegido, lo cual me temo que no sirva de nada dentro de unos cientos de años. Sin embargo en ciertos países como Botsuana se permite la caza controlada deste maravilloso gigante, a cambio de una elevada suma de dinero, concretamente la cifra publicada es de 37.000 €.
A mí y a much@s otr@s nos parece señor monarca, que teniendo usted el papel de cabeza visible y representando la cúpula de un Estado como el español, inmerso en una sociedad que defenestra el medio que al fin y al cabo le da la vida, pero en el que la ecología tiene un papel protagonista, debería de ser mas sensible con la conservacion de la naturaleza, ser más ecologista, valga la redundancia, para servir de ejemplo a la sociedad y a las nuevas generaciones que ahora se encuentran en proceso de educación. Para mí sería un inmenso placer impartirle un cursillo acelerado sobre caza fotografica de un modo gratuito, a cambio de que dejase de matar animales. ¿No cree que sería más divertido? Y estoy seguro de que para un gran número de otr@s profesionales del medio fotográfico, tambien sería un placer impartirle ese curso.
Pero para colmo, veo que en televisión entrevistan a un cazador gran amigo suyo y paisano mío, lo cual me produce más vergüenza ajena si cabe, que sale defendiendo lo indefendible, la caza de elefantes o cualquier otro animal por parte del Rey y que ufano se jacta de que en determinada ocasión mató 20 elefantes en 75 minutos (este amigo, no el Rey). Y entonces no puedo evitar ir al lavabo a vomitar desde la primera papilla hasta la ultima comida, preso del asco más profundo. Claro, de esto no tiene culpa el Rey.
Recupérese pronto D. Juan Carlos y le invito a que reflexione un poco y a que se ponga en el lugar de esos animales que no le han hecho nada.
¿No cree usted que es más bonita esta imagen que la que hay detrás de usted, en la imagen de archivo de la cabecera de este artículo?
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5 comentarios:
Un diez por tu artículo.
En mi comprensión una persona honesta que ha cometido una falta grave, desde luego, lo primero pide disculpas y lo segundo hace acciones para remediar el daño hecho, o incluso puede renunciar a un puesto del que se siente indigno. Esto ocurre no sólo con el rey, o con su familia, es práctica generalizada el hacer lo mínimo, en política etc... Aquí en España lo vivimos de manera especial, ¿o que es que se incumplan normativas y que la muerte de una persona por un pelotazo quede en una declaración forzada por la opinión púbica?.
Este mundo tiene que cambiar mucho en sus modelos. Un saludo
Muchas gracias por la lectura del artículo y por tu valoración. Saludos.
por error hemos podido asomarnos a un agujerito que ya se está tapando. supongo que esto lo hacen todos los reyes, debe de ser parte de su protocolo que justifica su posición entre los de su mundo. no creo que le afecte lo más mínimo la opinión pública. el chico de arriba "anónimo" dice "una persona honesta". yo creo que tuvo la suerte de nacer en una cuna de oro, y cuanto más consciente es de lo que es, más se aleja del mundo nuestro, en el que se sufre, se piensa de qué comer, se ama, se mata... Que haya perdido perdón será lo que sus asesores le han dicho que haga de cara al mundo de fuera, el nuestro. seguramente no sabe ni por qué tuvo que pedir perdón, pero no creo que le importe saberlo.
me gusta tu blog, vendré a leer tus nuevas entradas
Lo cierto es que creo que tanto anónimo como tú Suna, tenéis razón. Yo, como vosotros y como todo el mundo soy un Ser social y estoy inmerso en esta sociedad, aunque realmente es porque no tengo más remedio. No es que renuncie a las personas, renuncio a un modelo social equivocado, agresivo e insanamente competitivo. Y es que en mi opinión somos demasiados. Un entramado social como el que tienen despues de todo, todas las especies animales, se complica más cuanto mas componentes tiene... y hasta aqui hemos llegado el Homo Sapiens. El Ser humano, mas allá de comportamientos políticos y sociales, ha dejado atras, se ha desentendido de su propia naturaleza y de su entorno...
Gracias Suna por formar parte de este blog, me encantará que te pases por aquí y expreses tus opiniones y pareceres.
En algún momento también he pensado en esto que dices, somos demasiados... pero pienso en las hormigas, abejas, banco de peces, etc. Es que ellos van en una dirección, todos forman parte de su entramado social, cuyo objetivo es la conservación de su propia especie, y la de otras, manteniendo el equilibrio de la propia Naturaleza. Les guía su instinto. En realidad, como animales que somos, yo creo que también nos movemos por instinto. Todo lo que hacemos, en realidad también va encaminado a la supervivencia y a la perpetuación de nuestra especie. Lo que pasa, en mi opinión, es que somos animales enfermos porque la sociedad que hemos creado, con una excesiva especialización y diferenciación entre miembros, no nos permite tener una visión global, y acabamos actuando como si estuviéramos solos en el mundo. Y esta enfermedad no se ve mientras existe un equilibrio virtual. Pero ahora que todo se mueve a gran velocidad, nos sentimos vulnerables y amenazados por nuestros semejantes, y nos comportamos como animales enfermos: agresivos, desconfiados, mentiras como instinto de supervivencia... Somos depredadores, y hemos orientado nuestros instintos de supervivencia hacia los de nuestra misma especie. Si no fueran por las leyes y elementos de control social, hoy por hoy siento decir que a diario habrían cientos de asesinatos.
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